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Mi gato me muerde: ¿Cómo puedo evitarlo?

Mi gato me muerde: ¿Cómo puedo evitarlo?

Cuando un gato es adulto ocurre como con sus hermanos de cuatro patas: si muerden a las personas es porque les ocurre algo que debemos solucionar, aunque en otras ocasiones no debamos darle importancia.

Te explicamos las causas más habituales por las que un gato puede mordernos y también como evitar que lo haga: 

Miedo o agresividad

Una de las causas más habituales es que sienta miedo. Por tanto, morder es para ellos un mecanismo de defensa contra ese peligro. En esto se parecen a los perros, pues lejos de considerarlo siempre un problema agresividad, en la mayoría de los casos muerden o reaccionan y atacan cuando se sienten amenazados. Antes lanzará otras señales a modo de aviso, como bufidos, y sacará las uñas.

Hemos comentado que el miedo es la causa principal, pero también puede deberse a que un mal comportamiento como consecuencia de un cambio en su vida que le provoca una agresividad concreta y puntual.

Por tanto, para saber si se trata de una situación que le genera pavor o se trata de agresividad, lo ideal es que vigilemos cuándo lo hace, ante qué estímulos o en qué situaciones. Si no lo tenemos muy claro, es mejor que preguntemos al veterinario.

Incordio o dolor

Otro motivo, quizá el más habitual, es que muerda porque quiere que lo dejemos tranquilo. Como ya hemos indicado en numerosas ocasiones, los gatos son animales muy independientes. Eso no quiere decir que no les gusten los mimos y las muestras de cariño, pero solo cuando ellos quieran, los busquen y los pidan. Ellos necesitan su espacio y esta es su manera de decirnos que los dejemos.

Otras veces es que en una zona concreta no les gustan las caricias o sienten dolor. Como en el caso anterior, es conveniente que observemos su comportamiento para detectar posibles señales que indicarían que lo estamos molestando o que ahí no le gusta. La más evidente es que se mueva para cambiarse de posición y que deje de ronronear. Será el momento de dejar de acariciarlo si no queremos llevarnos un mordisco.

Juegos y besos

Cuando juega también puede dar mordisquitos. Por tanto, si no queremos que nos muerda, hemos de tratar de darles juguetes para morder con el objetivo de que identifiquen cuándo son objetos para morder y cuándo son mimos.

Por último, puede mordernos también como muestra de amor. Lo normal es que lo haga en la barbilla o la nariz, y lo alterne con lametazos. Si no deseamos que lo haga, debemos estar atentos y retirarnos cuando vaya a clavarnos esos mordisquitos cariñosos.

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