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Aunque suelen manifestarlo ejemplares que viven al aire libre, en madrigueras, también puede afectar a animales domésticos de manera importante, y extenderse a gatos y perros con los que los conejos estén en contacto. Debido a la singularidad del conejo, habituado a camuflar sus debilidades para protegerse de los cazadores, es posible que tardemos en darnos cuenta de los síntomas. Por ello, la actuación rápida es fundamental para evitar que la salud empeore (puede ocasionar hasta la muerte) y acabe contagiando a otros animales que convivan en el hogar.
Síntomas de la sarna
Como ya hemos adelantado, la sarna es una enfermedad de la piel que se caracteriza por la presencia de costras y otras lesiones en zonas como la boca, las orejas y los ojos, el exceso de cera en la zona de las orejas, la caída de pelo o la aparición herida en los genitales. Además, las áreas afectadas suelen desprender un olor fuerte, fétido.
La sarna se debe a la infección de ácaros como el sarcoptes sp., pero también podemos encontrar otros tipos de sarna ocasionados por los ácaros psoroptes, notoedres cali, chorioptes cuniculi o demodex cuniculi. Dependiendo del tipo de ácaro, los síntomas pueden variar entre costras o lesiones más graves en la piel.
Para detectarlo tendremos que examinar la piel de nuestro conejo, haciendo especial hincapié en la zona del cuello, las orejas, la boca y los genitales. También es importante que observemos cómo es su comportamiento. La presencia de costras, heridas y lesiones en la piel hará que los animales estén ligeramente nerviosos. El picor ocasionado por estas úlceras provocará que estén continuamente frotándose con otras superficies para aliviar dicho picor y el escozor que le provocan.
Por último, como las heridas desprenden un olor fuerte, es importante que valoremos cuál es el aroma que desprende nuestro conejo en zonas como las orejas o el hocico.
Tratamiento
Si hemos detectado que nuestro conejo tiene sarna tendremos que llevarlo al veterinario para que diagnostique la enfermedad, el tipo de ácaro que lo ha causado y defina el mejor tratamiento para combatirlo. Casi todos ellos usan la ivermectina, eficaz antiparasitario que puede aplicarse mediante inyecciones o vía oral. Se deben administrar tres dosis, una cada quincena.
Puede ser que el veterinario recete, en su lugar, moxidectina, otro antiparasitario especialmente indicado para curar la sarna sarcóptica. Por ello es importante que sea este profesional el que valore el tipo de sarna que presenta el conejo y cómo tratarla.
El cuidado de las heridas requiere de un tratamiento especial a base de benzoato de bencilo, que también se emplea en el caso de piojos.
Durante todo el tiempo que dure el tratamiento es importante que extrememos las medidas de higiene en todo el hogar, sobre todo en su zona de descanso y juego. Desinfectar la jaula y las zonas donde el animal suele estar, así como bañarlo con soluciones antiparasitarias, son dos de los pasos a seguir para reducir la presencia de estos ácaros en la piel de nuestro amigo.
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