"La fobia a las tormentas en los perros es una realidad, y no algo extraño que deba ignorarse", explican los expertos. Aunque no se conocen todos los desencadenantes con certeza, se cree que los perros pueden desarrollar esta fobia debido a una combinación de viento, truenos, rayos, cambios en la presión atmosférica, electricidad estática y sonidos de alta frecuencia imperceptibles para los humanos. Esta ansiedad tiende a empeorar durante la temporada de lluvias.

Las razas de pastoreo, como los border collie, parecen estar más predispuestas a esta fobia, según una encuesta de la Universidad de Tufts. Los perros que temen a las tormentas también pueden tener miedo a otros sonidos fuertes, como fuegos artificiales o disparos, aunque algunos solo muestran miedo durante las tormentas.

Afrontar esta fobia no es fácil, especialmente si el perro se ve gravemente afectado. Sin embargo, los veterinarios sugieren algunas estrategias para ayudar a los perros a lidiar con su miedo. Estos incluyen recompensar comportamientos calmados en lugar de consolar al perro durante un ataque de pánico. También se recomienda practicar comandos de obediencia cuando no haya tormentas para que el perro sepa qué hacer durante una tormenta.

Durante la tormenta, distraer al perro con su juguete favorito, acariciarlo o darle golosinas cuando permanezca calmado puede ayudar a desviar su atención del miedo. Proporcionarle un lugar seguro, como su casa o una habitación con música suave para amortiguar los ruidos, puede proporcionarle consuelo.

Además, existen prendas ajustadas y chalecos diseñados para calmar perros ansiosos que pueden ser útiles. También se puede intentar la desensibilización, exponiendo gradualmente al perro a grabaciones de sonidos de tormentas a un volumen bajo y aumentándolo lentamente con el tiempo. Sin embargo, esta técnica tiene limitaciones, ya que solo aborda el aspecto del ruido y no otros factores como la electricidad estática o los cambios en la presión atmosférica que acompañan a las tormentas.

Si estas medidas no son efectivas, se aconseja consultar a un veterinario, quien podría recetar medicamentos o sugerir otras técnicas para abordar el problema. En un estudio de 2003 realizado en la Universidad de Georgia, se encontró que 30 de 32 perros con fobia a las tormentas mostraron una mejora significativa al combinar medicamentos para la ansiedad, técnicas de modificación del comportamiento y desensibilización.