La llegada de la primavera y, consecuentemente, el verano, provoca un aumento en el canto y la alegría de las aves, pero también puede generar irritabilidad. El incremento en las horas de luz solar y las temperaturas más suaves tras el frío invierno favorece la proliferación de insectos y parásitos que pueden afectar significativamente a nuestras aves. Por lo tanto, este es el momento ideal para desparasitarlas, ya que el calor propio de estas estaciones puede aumentar su incomodidad y afectar negativamente su estado de ánimo.

Los parásitos más comunes incluyen piojos rojos, pulgones y ácaros, que suelen esconderse en el plumaje y afectar la piel de las aves. Además, existen parásitos internos que residen en el intestino y pueden causar problemas estomacales, junto con otros que pueden causar malestar general en las aves. Por tanto, es fundamental consultar a un veterinario para identificar el tipo de parásito que afecta a nuestro ave y determinar el tratamiento de desparasitación adecuado.

El veterinario puede recomendar el uso de antiparasitarios externos, como sprays, que actúan como insecticidas para eliminar estos organismos y proteger a las aves durante un tiempo. También puede sugerir antiparasitarios internos que se añaden a su comida en las dosis adecuadas según su recomendación.

Es importante destacar que esta operación debe repetirse en otoño. Se recomienda desparasitar a las aves dos veces al año, con un intervalo de 6 meses entre cada tratamiento. Esto ayuda a mantener a raya a los parásitos, que pueden transmitir diversas enfermedades, especialmente afecciones respiratorias.

Además de la desparasitación, es esencial mantener una higiene rigurosa en la jaula de las aves, limpiándola semanalmente, así como desinfectar cualquier lugar por donde se muevan. Si se detecta la presencia de parásitos en la jaula, es necesario desinfectar y desparasitar también ese espacio, eliminando tanto los parásitos vivos como los huevos y larvas que puedan haber. El veterinario puede aconsejar el uso de insecticidas especiales para aves que se aplican en la jaula y que eliminan tanto los parásitos presentes como los huevos, previniendo su reproducción.