Los zoomies, también conocidos como FRAPs (acrónimo de "Frenetic Random Activity Periods" o "Períodos Aleatorios de Actividad Frenética"), son momentos de gran energía y emoción en nuestros adorables perros. Estos episodios son fáciles de identificar, ya que nuestros peludos amigos suelen correr desenfrenadamente. En ocasiones, lo hacen con las caderas bajas, las patas traseras ligeramente dobladas, la cola escondida y las patas delanteras dando saltos y brincos. A menudo, trazan círculos o giros abruptos, aparentando desconocer su propio tamaño y dando la impresión de que superan sus límites físicos. A pesar de enfrentar obstáculos, saltos o giros, mantienen una velocidad constante.
Después de estos breves momentos de actividad explosiva, el perro generalmente se agota y se sienta o se tumba, jadeando probablemente. Durante este tiempo, no esperes que tu perro preste atención, ya que está completamente concentrado en su carrera y su camino. Puede parecer que está "sordo" a tus llamadas o palabras mientras corre.
Estos episodios de alta actividad son completamente naturales en los perros, especialmente en cachorros y perros jóvenes. Suelen ocurrir en momentos de gran emoción para liberar el estrés y la energía acumulada. No obstante, si ocurren con excesiva frecuencia, podría indicar que el nivel de ejercicio físico y mental proporcionado a tu perro no es suficiente. En este caso, es aconsejable consultar a un educador canino.
Por lo general, estos episodios no representan problemas, pero es importante tener en cuenta que ciertos entornos pueden propiciar lesiones si nuestros perros corren y saltan sin control, como en espacios pequeños o áreas llenas de muebles. En estas situaciones, se recomienda controlar el entorno (retirando objetos delicados o cerrando puertas, por ejemplo) en lugar de intentar controlar bruscamente al perro.