No es lo normal; eso está claro. Pero cuidar y observar cómo viven las hormigas nos aporta una perspectiva nueva y diferente sobre estos insectos y abre las puertas a un nuevo concepto de animal de compañía, pese a que algunos aún sigan viendo esto como mero entretenimiento.

¿Qué debemos saber antes de tener una granja de hormigas en casa?

Es importante que nos informemos sobre su cuidado y mantenimiento para saber si podemos hacernos responsables de un hormiguero. No hay que realizar un desembolso exagerado, pues comprar una granja de hormigas no es algo demasiado caro (y hasta incluso podemos montarlo nosotros desde cero), ni tampoco tendremos que invertir mucho en comida para estos insectos. Pero ello no quiere decir que tengamos que desentendernos de la granja.

Del mismo modo, tendremos que tener en cuenta si disponemos de espacio para acoger la granja y si el lugar cumple con una serie de requisitos, a saber: tiene luz solar, pero sin recibir directamente los rayos del sol; está alejado de corrientes de aire y de fugas de agua que puedan ocasionar daños en el hormiguero. Y, cómo no, tiene que ser un lugar que no sufra las bajadas de temperatura en invierno ni el exceso de calor en verano.  Estos cambios y la temperatura extrema afectan a las larvas, que se mueren. Por esta razón, habrá que elegir el mejor lugar para alojar nuestra granja de hormigas.

Cuidados de un hormiguero casero

Las hormigas son seres muy independientes y, por esa misma razón, cuidar de una granja es sumamente sencillo, lo que no quiere decir que no tengamos que alimentarlas y procurarles agua. Estos insectos necesitan nutrirse de proteínas, por lo que tendremos que dejarles en la granja piezas de fruta y verdura que no se pudran con facilidad para que ellas puedan consumirlas cuando lo necesiten, como manzanas o lechuga. También podemos comprar alimento especializado que encontraremos en tiendas de animales.

Por lo que respecta al agua, las hormigas también necesitan hidratarse. Pero no podemos llenar un recipiente con agua para que beban. En su lugar, les dejaremos un paño pequeño con agua y verteremos algunas gotas dentro de la granja diariamente. Así, ellas se acercarán al trapo o a las gotas y sorberán el líquido cuando lo necesiten.

Como vemos, cuidar de una granja de hormigas es muy fácil. ¿Te animas a descubrir el maravilloso mundo de estas trabajadoras incansables?