No es una práctica común, eso está claro. Sin embargo, cuidar y observar el comportamiento de las hormigas nos brinda una perspectiva novedosa y única de estos insectos, y abre la puerta a un concepto distinto de tenerlas como mascotas, aunque algunas personas todavía lo consideren simplemente como una forma de entretenimiento.

De igual manera, debemos considerar si contamos con el espacio adecuado para albergar el hormiguero y si el lugar cumple con ciertos requisitos. Debe recibir luz solar, pero sin exposición directa a los rayos del sol; debe estar alejado de corrientes de aire y de posibles fugas de agua que puedan dañar el hormiguero. Además, el lugar no debe verse afectado por las bajas temperaturas en invierno ni por el exceso de calor en verano, ya que estos cambios climáticos extremos pueden perjudicar a las larvas, causando su muerte. Por lo tanto, la elección del lugar adecuado para alojar nuestra granja de hormigas es fundamental.

En cuanto al agua, las hormigas también requieren hidratación. Sin embargo, no podemos proporcionarles un recipiente lleno de agua para que beban. En su lugar, debemos colocar un paño pequeño con agua y agregar algunas gotas dentro del hormiguero a diario. De esta manera, las hormigas se acercarán al paño o a las gotas y tomarán el líquido cuando lo necesiten.

Como podemos ver, cuidar de una granja de hormigas es un proceso muy sencillo. ¿Estás interesado en explorar el fascinante mundo de estas incansables trabajadoras?