La manifestación del celo en una perra es un signo de que está lista para reproducirse. Durante este período, la hembra busca un macho para el apareamiento, mientras que el objetivo del macho es encontrar a la hembra en celo para reproducirse.

¿CUÁNTO TIEMPO DURA EL CELO EN UNA PERRA?

En razas pequeñas, el primer ciclo de celo suele comenzar entre los 5 y 8 meses de edad, mientras que en razas grandes generalmente inicia alrededor de los 11 o 12 meses. Independientemente del tamaño, el ciclo de celo tiene una duración de aproximadamente 23 días, que corresponde a un período de 2 a 4 semanas. Este ciclo se repite dos veces al año, aproximadamente cada 6 meses.

SÍNTOMAS DEL CELO EN LAS HEMBRAS

La aparición del celo en las hembras se manifiesta a través de cambios físicos notables, como el aumento de la zona genital, mayor frecuencia de micción y una secreción sanguinolenta, principalmente en la primera etapa del ciclo.

1.- Durante la primera fase (que abarca la primera mitad del ciclo), además de los síntomas mencionados, la hembra emite feromonas para atraer a los machos, pero en general rechaza la monta.

2.- En la segunda fase del ciclo, se observa una disminución en la cantidad de sangre, la vulva está más inflamada y la hembra muestra una mayor disposición para el apareamiento con perros machos.

3.- Además de los síntomas físicos, la hembra puede experimentar cambios en su comportamiento. Puede volverse más cariñosa y juguetona de lo habitual, buscando más atención. En casos excepcionales, puede perder el apetito o mostrar signos de apatía.

SÍNTOMAS EN LOS MACHOS

A diferencia de las hembras, los machos no tienen un ciclo de celo propio, pero reaccionan al celo de las hembras a través de las feromonas que estas emiten. Estas feromonas se producen en diversas áreas, como las glándulas mamarias, alrededor del orificio anal y en las orejas, además de estar presentes en la saliva, la orina y el flujo vaginal de las hembras.

Esta respuesta al celo de las hembras puede llevar a comportamientos frustrantes en los perros machos, como intentos de escape y agresividad hacia sus dueños debido al estrés que esto les provoca. Para prevenir que estos comportamientos se conviertan en problemas crónicos, se recomienda considerar la castración completa del perro. Esta medida ayudará a reducir la ansiedad sin afectar sus capacidades físicas, mentales y emocionales. Es importante discutir esta opción con un veterinario.